Microrrelato de Miguel Bravo Vadillo: Funciones de Propp
Introduje treinta y una bolitas numeradas en un bombo. Saqué seis al azar: 11, 15, 19, 25, 29 y 31. Según Vladimir Propp, cada número corresponde a una función que realiza un determinado personaje dentro del relato. Después de consultar la tabla de correspondencias y meditar sobre una posible historia durante más de una semana, no se me ocurrió nada que mereciese la pena. La mejor idea que atravesó mi mente fue la de jugar los seis números a la lotería en una apuesta simple. Tuve suerte y acerté un pleno, así que decidí hacer las maletas y emprender un largo viaje. Como todo el mundo sabe, durante ese viaje conocí a Ana. Fue ella quien me animó a escribir mi primera novela. Estuvo a mi lado durante todo el proceso, y la confianza que depositó en mis posibilidades fue para mí un estímulo incomparable. Además, cuando por fin conseguí publicarla, me decidí a poner en mi pasaporte la profesión de escritor. Ser algo, aunque sea escritor, es más gratificante que tener algo, aunque sea dinero. A ella le debo este y otros muchos descubrimientos, así que podría decirse que Ana ha hecho de mí un hombre de provecho. Ya llevamos cuatro años juntos, y esta noche le pediré que se case conmigo. Creo que tengo madera de héroe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario