ESCONDIDO
Yenitza Anseume
El hombre famoso, ya cansado de huir de los reporteros, decidió dejarse fotografiar en su rutina diaria. Así que se quitó el sombrero que siempre lo acompañaba y salió confiado en que lo abordarían como siempre en cada una de sus actividades. Para su sorpresa nadie lo persiguió ese día, ni durante toda la semana, ni en todo el mes. Entre tanto, el sombrero, rey de la fama, permanecía escondido colgado en el perchero.
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